Canguro Amateur Athletic Club

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viernes, 5 de agosto de 2011

Jesse Owens

Aprovechando la tranquilidad que nos aporta el mes de agosto os voy a contribuir con un poquito de historia hablándoos de uno de los símbolos mas conocidos del atletismo mundial, que si bien, lo es por el significado de sus actos como atleta, también lo es por la multitud de leyendas que surgieron alrededor de su imagen:
James Cleveland Owens nació en Oakville, una pequeña localidad de Alabama ubicada en el Condado de Lawrence allá por el año 1913. De padre granjero y nieto de esclavos Jesse Owens compartió su infancia con 10 hermanos acudiendo a los 9 años a un colegio de Cleveland donde tuvo la suerte de coincidir con el entrenador Charles Riley el cual le abrió camino por el mundo del atletismo.
Mientras trabajaba de zapatero, vendedor de periódicos, empleado de una gasolinera y recadista, Jesse se fue forjando como atleta para conseguir a los 20 años marcas como los 7,55 metros en longitud y 10.4 en los 100ML. Ya en la Universidad Estatal de Ohio Owens fue capaz de establecer 4 records del mundo en un mismo evento atlético, consiguiendo en un lapso de tiempo de 45 minutos igualar el record mundial de 100 Yardas lisas (9.4 segundos), batir el record mundial de salto de longitud (8,13 metros), el de 220 Yardas lisas (20.3 segundos) y el de 220 Yardas con vallas (22.6 segundos) en una reunión atlética disputada el 25 de mayo de 1935 en Ann Arbor, Michigan, convirtiéndose en “el Antílope de Ébano”.
Gracias a esto y a sus victorias en los “training” USA de ese año donde consiguió batir el record del mundo de 100ML (10.2 segundos) en Chicago, Owens se convirtió en el titular indiscutible del equipo norteamericano de los 100ML, 200ML, longitud y 4X100ML para las olimpiadas de Berlín 1936. En unos años convulsos políticamente hablando, previos a la II Guerra Mundial. Jesse Owens acudía a Berlín a demostrar a Hitler que la raza aria no tenia nada de superior con respecto a los afro-americanos provenientes de los Estados Unidos de América. Que coincidentemente si lo estaban considerados en los mismos EEUU, donde no podían ir en los mismos autobuses que los blancos, o a los mismos hoteles o acceder a los mismos trabajos estando siempre reservados para ellos los peores puestos manuales y peligrosos… Pero eso es otra historia.
El caso es que el bueno de Jesse se crujió a todos sus contrincantes, blancos, negros o amarillos en el 100ML, 200ML, longitud y 4X100ML siendo el primer atleta de la historia en conseguir 4 medallas de oro en sendas pruebas atléticas en unas Olimpiadas. Lo que, según dicen las crónicas de la época, no sentó muy bien al nazi Austriaco-alemán. Según unos, Adolf se retiró del estadio para no tener que saludar a un negro que se pasaba por cataplines a sus rubios y esbeltos alemanes, según otros, no acudió porque el Comité Olímpico Internacional le pidió que no fuera a saludar a los atletas para no crear controversia, según el mismo Owens es su biografía, asegura que a pesar de la sugerencia del COI Hitler le saludo con la mano en la distancia… igual le vio levantar la mano al estilo fascista y el bueno e ingenuo de Jesse se pensó que el gesto era para el… Vaya usted a saber.
De cualquier manera, si bien es cierto que Hitler no acudió a saludarle en Berlín, jesse Owens tampoco fue invitado a la Casa Blanca a saludar a su Presidente Franklin Delano Roosevelt, a pesar de su gesta con los colores USA por el mero hecho de ser negro en un país aun segregacionista.

También paradójico el hecho de que la medalla de oro olímpica en longitud, fue en parte gracias a los consejos del que se convertiría en un gran amigo Lutz Long, atleta alemán que subió al podium en esa misma prueba como subcampeón olímpico: según parece, tras 2 nulos consecutivos en los saltos de clasificación, Lutz le indica a Jesse que asegure la clasificación “talonando” unos centímetros mas atrás de lo que tenia marcado. Este le hace caso, y consigue un salto válido que le valió pasar a la mejora.
El caso es que Owens una vez terminadas las Olimpiadas volvió a su trabajo de botones en un hotel y con el tiempo, tras las protestas de los atletas norteamericanos en las Olimpiadas de México 1968 y los disturbios ocasionados por las protestas anti-segregacionistas, Owens se convierte en un icono del movimiento Black-power por lo que es muy criticado. Finalmente sería en el año 1976, 40 años después de su gesta, cuando el Presidente de los Estados Unidos de América Gerald Ford le entregaría la Medalla Presidencial de la Libertad de los EEUU.
Sorprendentemente en un atleta, Owens muere a los 66 años de un cáncer de pulmón fruto de los 35 años de fumador, en Tucson, Arizona el 31 de marzo de 1980.

 







1 comentario:

  1. Como chica nacida y criada en Chicago, amiga de la familia de Jesse Owens, me ha sido enormemente grato leer tu reportaje. ¡Enhorabuena! Y, por favor, sigue así.
    Saludos desde Colmenar

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