La resiliencia es la capacidad de las
personas para enfrentarse, sobreponerse y salir transformados ante las
adversidades y me viene a la mente para hablar sobre el maratón, aunque quizás
pueda aplicarse a otras disciplinas atléticas (sólo que en el transcurso de los
42,195km. da mucho tiempo para pensar). Porque como metáfora de la vida, cuando
lo preparas no sabes lo que te va a deparar, pero entrenas sabiendo que cada
sesión bien terminada es un regalo que te haces y que independientemente del
resultado final, has hecho camino. Ahora bien, es difícil gestionar la
posibilidad de no lograr el objetivo marcado, de seguir adelante adaptándonos a
los imprevistos.
En este sentido, resulta curioso que el
20% de las mujeres del club hayamos elegido esta distancia tan arriesgada. 5
Canguras nos enfrentamos el pasado domingo, 22 de abril al maratón de Madrid y
ninguna en las mejores condiciones: Marine recuperándose de los excesos de la
explosiva mezcla exceso de trabajo+ 4 hijos+entrenamientos, Elsi con una
tendinitis en el bíceps secuela de amamantar a su hija, Erika con una bacteria
que se resiste a dejarla, Irene con el cuádriceps roto y yo con un virus
infantil que me chupa la energía en la última semana. Pero en estos retos en
los que comprometes tu dedicación y tiempo y el de tu familia durante tanto
tiempo, no es fácil rendirse. Cierto que has ido construyendo tu fortaleza
física y mental a la par, pero nunca sabes donde está el límite, y sobre todo
cómo reaccionarás cuando te topes con él. Y todas vencimos porque cruzamos la
línea de meta impulsadas por amigos, familia y Canguros. Somos unas
privilegiadas al poder disfrutar de semejante experiencia que sin duda nos
transforma. El crono se torna en adversidad relativa: los tiempos que ya ha
citado puntualmente nuestro infalible Cris, a nosotras nos sirven de aliciente
para continuar por la senda abierta. Sin duda buscaremos
mejorarlos sabiendo que son importantes pero no fundamentales. Y no hay vuelta
atrás.
En el plano personal, he elegido esta
imagen porque refleja la dureza de mi carrera mitigada por la generosa
aportación de mis compañeros que me avituallaban, me protegían del viento y
hasta cantaban para ahuyentar los miedos. Tuve la inmensa suerte de correr
acompañada de Canguros casi todo el recorrido: Roberto, Piedad, Pedro Pablo,
Andrés, Antonio Morales, Tomás… además de todos los que nos animaron en la
competición o en los entrenamientos. Un lujo de club.
Bravo por esas Canguras.
ResponderEliminarBss
Lourdes
Me podíais pasar algo de ese caracter. Muy bravas!
ResponderEliminarEl placer de compartir a tu lado esta gran prueba en los momentos duros, muy bonito, privilegiados fuimos.
ResponderEliminarJa, ja... Eli y tu algo de tus piernas que no sean los pelos!!
ResponderEliminarAntonio: mil graciasss y ya me dirás qué cantabas??
Lourdes: un día te veré haciendo cambios de ritmo delante de la pasma Ggg
A galopar, es un poema de Rafael Alberti, con musica de Paco Ibañez y alguna pequeña variación adaptada a la carrera je, je.
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