La verdadera Crónica de Patricia (GRACIAS)

No saben ustedes la ilusión que me hace poder colgar esta, la primera colaboración oficial de una integrante de nuestro club en este, el blog del Canguro. Y se lo agradezco especialmente ya no solo por ser la primera, sino por que nos deleita con una crónica de las buenas de un evento en el que me habría encantado poder asistir por compartir con todos vosotros un día que a la postre fue tan bonito para los y las atletas en especial del Canguro. Gracias Patricia, eres grande no solo corriendo, sino para mi, en muchas cosas mas que componen a una buena atleta y persona:

Crónica femenina Campeonato de Madrid de Cross Corto S. Sebastián de los Reyes, 3 feb 08 por Patricia Bonilla:

Me he decidido a escribir algo para tu super blog con la emoción aún caliente por la alegría inesperada del domingo: que el equipo femenino de corto, gracias al apoyo de nuestros fantásticos muchachos logró la clasificación para el Campeonato de España.
Pero cuando Inma, Alba, Isabel y yo nos encontramos en el barrizal de "Sanse" ni siquiera pensábamos en eso. Apenas nos conocemos, pero tenemos claro el objetivo de salir a pasarlo bien y a morir por los colores del Canguro. Yo que todavía no estoy habituada a estas reuniones atléticas tan entrañables, he de confesar que nuestro uniforme atlético es el más estiloso con diferencia. Hay ambientazo en torno a la super caravana del coach Morales. Pero lo realmente emocionante es desgañitarse animando al equipazo de corto de los chicos que se dejaron la piel y estuvieron a punto de clasificarse. Tanta pasión y tanta preparación tendrán su recompensa, estoy segura. O ver a Vereda, Benito & Co. sufriendo el largo bajo una intensa lluvia como unos campeones. Qué injusta es la diferencia de nivel con los chicos (al revés que en el mundo laboral, paradojas de la vida): llegan 4 despistadas con más ilusión que técnica y algunas hasta sin clavos y van y se clasifican... que cuando me llamó Andrés Matías por segunda vez el domingo (la primera fue a las 9 am para decirme tan educadamente como es él, que sino me importaba correr el corto en lugar del largo) para darme el notición, me entró la risa, pero una risa de felicidad increíble, que se lo comento a mi sufrido Fer q. aguantó animando con las tres niñas y aún tuvo mano para sacar alguna foto y se queda alucinado. Mi madre se pregunta cómo es que no hice esto a los 20 y casi me da vergüenza comentarlo con mis amigos que no acaban de entender estas locuras. Se ve que me habéis inoculado el virus de la competición tras muchos años de inactividad.
Por centrarnos en el desarrollo de la carrera: nos equivocamos de cajón y casi nos linchan. Qué nervios. Pistoletazo y ala, a rodar al lodazal tremendo. Casi se me sale una zapatilla en los primeros metros, demasiado rápida la salida para mi, como siempre. Sufro mucho, me pasan unas cuantas. Salvado el primer kilómetro a más de 4', empiezo a habituarme a no apoyar demasiado los pies en este pegajoso firme que de firme tiene poco, y trato de seguir un ritmo clavando los dientes en las curvas muy abiertas para no resbalarme. Una obsesión que me persigue desde que en una curva en el reciente cross de Parla se me ocurrió saludar tratando de corresponder a los animadores y di con mis huesos en la hierba. Cómo animan los gritos de los compis. No veo entre la lluvia que empieza mansamente a caer y el esfuerzo. Este es un auténtico triunfo de equipo. Paso a Inma, es una crack, ha venido casi sin entrenar en las últimas semanas. Vamos bastante forzadas pero nos damos ánimos y tiro hacia adelante. Pepe me chilla: vas la décima segunda. Gracias. Al comienzo de la segunda vuelta oigo los chillidos de animo de mis hijas que correspondo con una ligera elevación de brazo que espero interpreten como saludo. Me siento mejor y empiezo a ver el culo de las rivales inmediatas. Se que debería fijarme en otras cosas, como por ejemplo de qué equipo son, pero no, lo que me subleva es pensar que esos glúteos adiposos de volumen tan inmenso que tengo delante vayan a cruzar la línea de meta antes que yo. No puede ser. Cómo pueden ir tan rápido. Acorto distancias penosamente porque no doy más de sí y logro superar a una muy morena y a otra muy pálida con gran dificultad en el último kilómetro. Sufre mi sistema respiratorio más que mis piernas. Afronto la última cuesta a 200m de la meta tirando de brazos cuando alguien me chilla: ¡aprieta que te van a coger! Como está fuera de la cuestión mirar hacia atrás para comprobar la situación, tenso las mandíbulas y saco fuerzas de no sé donde para impulsarme en los últimos 100 metros porque ni de coña me van a pasar a estas alturas de la película. Corto pero intenso. Cruzo la línea de meta al límite con apenas fuerzas para parar el crono. Al minuto llega Inma, nos abrazamos y esperamos a Alba, risas; al poco llega Isabel que también salió de casa pensando que corría el corto y lo ha hecho genial. Nos vamos tan satisfechas y sin conocer todavía el logro de habernos clasificado. Miel sobre hojuelas.

En fin, eso es todo. La pena es que no tengo foto de equipo, pero te envío un par de ellas que me hicieron, por si sirven. Un abrazo,

Patricia.