De manera expontánea, como a veces surgen los mejores momentos, coincidió en los planes de 12 canguros viajar a Barcelona para participar en la Cursa Bombers y de paso pasar un buen fin de semana en tierras catalanas (no sé si este fue el orden de prioridades en todos los casos).
Inscritos cada uno por separado y en diferentes momentos, coincidimos la gran mayoría en la feria del corredor el sábado anterior a la prueba para recoger nuestra camiseta/ dorsal y bolsa del corredor. El ambiente ya era inmejorable. La gente de SMM (también canguros, por cierto) organizaron un buen sarao y consiguieron que los más despistados empezáramos a respirar y vivir un buen ambiente pre-carrera y disfrutar de los primeros nervios.
Las primeras fotos y los primeros cambios de impresiones compartieron mesa con un buen menú atlético a base de pasta, pizza y ensalada al borde de la playa de la Barceloneta. La mesa al más puro estilo última cena, presidida por Patricia sobre ese trono de corte clásico contrastaba con la necesidad de Rafa de rescatar un cojín donde fuera para sentirse a la altura de las circunstancias. A los lados todos los demás compartiendo las primeras anécdotas, los esbozos de estrategia y alineando planes de salida para conseguir hacer una buena marca en una carrera favorable.
Después de un descanso de cada mochuelo en su respectivo olivo, el Parque de la Ciudadela fue testigo del ya tradicional troteyprogresiones del día antes. Barcelona estaba preciosa, por cierto.
El azar nos llevó a la calle Princesa a cenar en un italiano de corte moderno donde nuestros cuerpos escuálidos buscaban combustible a base de hidratos de carbono rodeados de luces de colores al más puro estilo sesentero. Un acierto. La verdad es que lo pasamos bien, el vino bueno (quizás demasiado) y la pasta hecha a mano. Para qué queremos más.
Día siguiente, domingo. Todos a las 8 a.m. en pie como muy tarde, y al rato, mensaje de Víctor (el eterno junior) enviado a unos cuantos de nosotros: “Canguros: hacía mucho tiempo que no veía a tanta gente con ganas de hacer una buena marca y de pasarlo bien. Espero que sea un buen día. Suerte.”. Presagiaba una buena mañana.
Mañana soleada pero no demasiado calurosa. Montaje espectacular (chapeau chicos de SMM!). Organización sin peros. Salida adrenalínica (esta palabra no existe pero me da igual) con música de ACDC, cuenta atrás, confetis, la gente encendida, los de élite en pie de guerra, los pelos de punta, música a tope, la cuenta atrás llega a su fin, la gente aplaude y salta, más de 15.000 almas, ellas de amarillo, ellos de rojo con 1km por delante… los cronos a cero empiezan a avanzar. Suena el disparo de salida.
El paseo de Colón se llena de corredores, los primeros pasan por la pancarta y crono de 1km al tiempo que los últimos en salir atravesaban el arco de salida. Todos muy motivados pero Víctor, posiblemente, el que más.
Cada uno hace su carrera buscando cumplir su objetivo, alguno intentaba bajar de 32’, alguna romper la barrera de 39’ y, los que más, intentaban bajar de 35’ y acercarse lo más posible a 34’30’’. Este era el grupo formado por Lucas, Alejandro, Antonio y Víctor. Tras una salida controlada y un paso por los controles de los primeros 3 kilómetros, las diferencias, las prisas y los estados de forma comienzan a tomar protagonismo. Alejandro sufre para meter esa 4ª velocidad que le permitiera mantener el 3.30/km, Antonio y Lucas parece que lo consiguen, mientras Víctor sorprende a propios y a extraños con un dominio del ritmo nuevo hasta la fecha que demuestra su buen estado de forma y le invita a recoger todo lo sembrado durante este invierno. Víctor, el eterno junior, se sube a lomos de un ritmo cercano a 3.15 a partir de ese momento que le hace pasar por la marca de 5km separado del resto de su grupo, mantiene ese espectacular ritmo de crucero acercándose al km.8, a sabiendas de que a partir de ese momento el resto es prácticamente cuesta abajo.
Por detrás el transcurso de la prueba no deja nada en claro. Tanto Antonio, como Lucas, como Alejandro podrían todavía romper la barrera de 35’. Javi, en compañía de Edu Callejo (atleta del Clínica Menorca que recientemente corrió en 1h09m10s la Media de Getafe). Pedro Pablo acompaña a Susana (pareja de Javi y pupila del primero). Patricia ronda los tiempos de paso necesarios para batir su MMP y Elena, rodeada de compañeros de trabajo, no se retrasa demasiado del ritmo de 4’/km.
Raúl acaba en 32.25 mientras que Víctor sorprende con una espectacular mejora de su marca personal parando el crono en 33.46 (neto), levantando los brazos, llevándose los brazos a la cabeza y fundiéndose en un abrazo con Raúl esperando al resto de canguros. Ya lo presagiaba su sms de esta mañana.
Javi ya había llegado en 33.29. Antonio Vereda y Lucas también rompieron la barrera de los 35’, Alejandro se quedó alas puertas. Rafa y Carlos llegaron un poco más tarde. Patricia paró el crono en 39.09 y Pedro Pablo, Elena y Luis llegaron en las marcas que podéis ver más abajo.
La música seguía sonando y los cañones de conffetti a pleno rendimiento no hacían otra cosa que celebrar los éxitos de 15,000 corredores anónimos que a base de zapatazo habían recorrido 10km en tiempos dispares. Los del canguro fueron realmente inalcanzables para el 90% de los humanos.
Enhorabuena a todos los que participasteis y a los canguros que, como parte de la organización nos dejaron disfrutar de unas carrera de esas que no se olvidan. Os habéis superado.
Nos vemos el sábado a las 11.30h donde siempre.
Inscritos cada uno por separado y en diferentes momentos, coincidimos la gran mayoría en la feria del corredor el sábado anterior a la prueba para recoger nuestra camiseta/ dorsal y bolsa del corredor. El ambiente ya era inmejorable. La gente de SMM (también canguros, por cierto) organizaron un buen sarao y consiguieron que los más despistados empezáramos a respirar y vivir un buen ambiente pre-carrera y disfrutar de los primeros nervios.
Las primeras fotos y los primeros cambios de impresiones compartieron mesa con un buen menú atlético a base de pasta, pizza y ensalada al borde de la playa de la Barceloneta. La mesa al más puro estilo última cena, presidida por Patricia sobre ese trono de corte clásico contrastaba con la necesidad de Rafa de rescatar un cojín donde fuera para sentirse a la altura de las circunstancias. A los lados todos los demás compartiendo las primeras anécdotas, los esbozos de estrategia y alineando planes de salida para conseguir hacer una buena marca en una carrera favorable.
Después de un descanso de cada mochuelo en su respectivo olivo, el Parque de la Ciudadela fue testigo del ya tradicional troteyprogresiones del día antes. Barcelona estaba preciosa, por cierto.
El azar nos llevó a la calle Princesa a cenar en un italiano de corte moderno donde nuestros cuerpos escuálidos buscaban combustible a base de hidratos de carbono rodeados de luces de colores al más puro estilo sesentero. Un acierto. La verdad es que lo pasamos bien, el vino bueno (quizás demasiado) y la pasta hecha a mano. Para qué queremos más.
Día siguiente, domingo. Todos a las 8 a.m. en pie como muy tarde, y al rato, mensaje de Víctor (el eterno junior) enviado a unos cuantos de nosotros: “Canguros: hacía mucho tiempo que no veía a tanta gente con ganas de hacer una buena marca y de pasarlo bien. Espero que sea un buen día. Suerte.”. Presagiaba una buena mañana.
Mañana soleada pero no demasiado calurosa. Montaje espectacular (chapeau chicos de SMM!). Organización sin peros. Salida adrenalínica (esta palabra no existe pero me da igual) con música de ACDC, cuenta atrás, confetis, la gente encendida, los de élite en pie de guerra, los pelos de punta, música a tope, la cuenta atrás llega a su fin, la gente aplaude y salta, más de 15.000 almas, ellas de amarillo, ellos de rojo con 1km por delante… los cronos a cero empiezan a avanzar. Suena el disparo de salida.
El paseo de Colón se llena de corredores, los primeros pasan por la pancarta y crono de 1km al tiempo que los últimos en salir atravesaban el arco de salida. Todos muy motivados pero Víctor, posiblemente, el que más.
Cada uno hace su carrera buscando cumplir su objetivo, alguno intentaba bajar de 32’, alguna romper la barrera de 39’ y, los que más, intentaban bajar de 35’ y acercarse lo más posible a 34’30’’. Este era el grupo formado por Lucas, Alejandro, Antonio y Víctor. Tras una salida controlada y un paso por los controles de los primeros 3 kilómetros, las diferencias, las prisas y los estados de forma comienzan a tomar protagonismo. Alejandro sufre para meter esa 4ª velocidad que le permitiera mantener el 3.30/km, Antonio y Lucas parece que lo consiguen, mientras Víctor sorprende a propios y a extraños con un dominio del ritmo nuevo hasta la fecha que demuestra su buen estado de forma y le invita a recoger todo lo sembrado durante este invierno. Víctor, el eterno junior, se sube a lomos de un ritmo cercano a 3.15 a partir de ese momento que le hace pasar por la marca de 5km separado del resto de su grupo, mantiene ese espectacular ritmo de crucero acercándose al km.8, a sabiendas de que a partir de ese momento el resto es prácticamente cuesta abajo.
Por detrás el transcurso de la prueba no deja nada en claro. Tanto Antonio, como Lucas, como Alejandro podrían todavía romper la barrera de 35’. Javi, en compañía de Edu Callejo (atleta del Clínica Menorca que recientemente corrió en 1h09m10s la Media de Getafe). Pedro Pablo acompaña a Susana (pareja de Javi y pupila del primero). Patricia ronda los tiempos de paso necesarios para batir su MMP y Elena, rodeada de compañeros de trabajo, no se retrasa demasiado del ritmo de 4’/km.
Raúl acaba en 32.25 mientras que Víctor sorprende con una espectacular mejora de su marca personal parando el crono en 33.46 (neto), levantando los brazos, llevándose los brazos a la cabeza y fundiéndose en un abrazo con Raúl esperando al resto de canguros. Ya lo presagiaba su sms de esta mañana.
Javi ya había llegado en 33.29. Antonio Vereda y Lucas también rompieron la barrera de los 35’, Alejandro se quedó alas puertas. Rafa y Carlos llegaron un poco más tarde. Patricia paró el crono en 39.09 y Pedro Pablo, Elena y Luis llegaron en las marcas que podéis ver más abajo.
La música seguía sonando y los cañones de conffetti a pleno rendimiento no hacían otra cosa que celebrar los éxitos de 15,000 corredores anónimos que a base de zapatazo habían recorrido 10km en tiempos dispares. Los del canguro fueron realmente inalcanzables para el 90% de los humanos.
Enhorabuena a todos los que participasteis y a los canguros que, como parte de la organización nos dejaron disfrutar de unas carrera de esas que no se olvidan. Os habéis superado.
Nos vemos el sábado a las 11.30h donde siempre.
Vaya vaya como escriben los bípedos madrileños...
ResponderEliminarEsto que empezó como un club de atletismo va camino de convertirse en un selecto club literario, esto último es muestra clara de lo agradable que es compartirlo todo con vosotros, ya sea una mañana inolvidable en Peñalara o una de esas mil mañanas típicas que habré pasado en el Bosque con muchos de vosotros, de hecho cuando pienso en uno de mis dias más placenteros siempre es una mañana de sábado....
La verdad es que el fín de semana de la Cursa ha sido un fín de semana especial, de esos inolvidables, se cumplia la 10º edición y los Canguros de manera individual pero siempre acabando juntos se fueron uniendo y la cosa acabó como acaban estas cosas....muy sudados...
Pero bueno por resumir el sentimiento después de 22 años en el Club, cada vez me siento más feliz con mis compañeros, los antiguos y muy importantes como Rafa y Raul, muy responsables de que el Club sea lo que es hoy como los nuevos y los nuevos-viejos, esos auténticos Viejos Rockeros como Cris, que nos está dando una vida que lo flipas...
Bueno y solo por puntualizar una cosa a lo que a escrito Raul, el vino bueno nunca es demasiado...